Buenas de nuevo, esta semana vuelvo rápido gracias a las aportaciones de dos lectores y amigos. Publicaré sus comentarios en esta entrada, ya que es necesario tener cuenta de correo google para comentar; todo el mundo que se encuentre en esa situación me puede enviar sus comentarios, los publicaré, os ánimo a hacerlo, ya que la participación y la opinión de todo el pueblo nos dará una mayor información de la realidad que vivimos hoy en día.
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Primero haré un par de breves entradas. Matar al mensajero es algo que se ha hecho varias veces en la historia, pero nunca ha sido la solución. La historia se repite, Miguel Ángel Fenández Ordóñez, Gobernador del Banco de España, lo está viviendo durante estos días, incluso con algunos de sus propios colegas; como muchos otros en la actualidad son tomados como Caballeros del Apocalipsis, sólo por decir la verdad. Nada más lejos, basta con haber ido al colegio y saber algo de matemáticas, ¿cuántos años durará la Seguridad Social?
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Lo que todavía no logra entender mi joven mente, es como noticias como esta, no tienen una mayor relevancia en los medios de comunicación. Sobre todo, como no se aprehenden para ser aplicadas en nuestra vida cotidiana por unos mediocres políticos que viven ajenos a la realidad de cualquier familia española.
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Claro que hay esperanza, ¡siempre la ha habido! y ahora más que nunca la habrá, los comentarios de dos lectores y amigos lo demuestran, publicados por orden de llegada. El primero es duro, pero al que me suscribo y estoy de acuerdo en la mayoría de sus palabras. El segundo es fruto de un excelente examen de conciencia de lo vivido, que nos abre la mente para preparar nuestro futuro, ¿qué queremos realmente en él? Por último dejo un link a un blog con unos datos muy interesantes y alarmantes sobre la inflación y el crecimiento del PIB.
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Primer comentario.
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No te puedo quitar la razón en nada. Sólo una apreciación, la palabra deflación está mal utilizada en los términos en los que se aplica últimamente por los periodistas. Por lo que sí es más correcto lo de inflación negativa. Por lo demás creo que lo más relevante es la enorme decadencia que está mostrando el mundo occidental.
La tremenda crisis que nos acucia (para algunos la más grave desde el siglo XIV, y ¡ya es tiempo!, no creo que sean comparables fechas tan lejanas pero ahí queda) no es más que un reflejo claro de la mencionada decadencia.
Reconozco que "el morenito" a mi también me engañó. Creí que era un tío con las ideas claras y dispuesto a coger el toro por los cuernos, es decir hacer reformas estructurales. Por desgracia se está dedicando a bajarse los pantalones y poner el culo en pompa con TODOS los enemigos del mundo occidental, con todos los que quieren acabar con nuestro modo de vida y no por las buenas precisamente. ¿Acaso en Cuba hay elecciones libres? ¿Se permite la existencia de un partido como el Demócrata, partido que Obama representa? ¿Existe libertad religiosa en Irán? ¿Se han retractado, después de manifestar que los judíos tienen que estar todos en el mar? etc, etc, etc.
Entonces, ¿por qué tenemos que bajarnos los pantalones? ¿Tenemos tanto miedo que ya no nos vamos a atrever ni a defendernos? Espero que no, yo al menos, no. Confío en que haya gente, dispuesta a luchar, suficiente en el mundo occidental como para no consentir que se termine nuestra hegemonía (vigente los últimos 2000 años aproximadamente) y empecemos a ser segundo o tercer mundo.
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Segundo comentario.
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El Corralito
Si de algo me siento orgulloso es de no creer en política alguna ni en nada que se la relacione; pero como ya es sabido que no existe felicidad completa, sin comerlo ni beberlo voy y me encuentro sumergido en un sistema de gobiernos que juegan con mi pasado, mi presente e incluso con mi futuro.
-¿Quiénes son ellos? -pregunto.
Y alguien sin nombre ni apellidos me responde:
-Ellos son los de siempre.
-Entonces yo, que sigo siendo el mismo, ¿qué pinto en todo esto? –vuelvo a preguntar.
-Tú paga y calla, -dijo aquella voz.
Me paré a pensar. Llevo toda mi vida pagando por tener y por no tener. Pagando porque mis padres me dejaron lo que antes había sido suyo; pagando por dejárselo después a mis propias hijas, por heredar lo que ya está pagado, por ser, en definitiva, el eterno contribuyente; y todo esto se resume en un “paga y calla”.
Después de esta reflexión me di cuenta de que mi rebeldía hacia lo políticamente correcto no consistía en hacer autocrítica, sino más bien en dejarse arrastrar por las corrientes de quienes dicen saber. Es decir, por el Consejo de Sabios que se reúnen de vez en cuando y toman decisiones. Pero aún así yo me quedo con dudas y vuelvo a preguntar:
-Y una vez que ellos, a costa del contribuyente , han comido, bebido y se han hecho la foto ¿qué pasa con lo mío?
-¿Y qué es lo suyo? –me responden
-Pues ni más ni menos que mi propio futuro.
-Usted lo que tiene que hacer es vivir el presente. No se preocupe del mañana.
Y yo, que cada día que pasa estoy más próximo al futuro, vuelvo a insistir:
-Oiga, que mi presente ya no existe, ¿no ve que soy un jubilado y además pensionista?
-¡Ah, bueno! Entonces espere junto a todos los demás, allí en aquél corralito.
Fue entonces cuando me negué a ser un aborregado más y me declaré en huelga de todo.
Fin.
(vilovich)
El Corralito
Si de algo me siento orgulloso es de no creer en política alguna ni en nada que se la relacione; pero como ya es sabido que no existe felicidad completa, sin comerlo ni beberlo voy y me encuentro sumergido en un sistema de gobiernos que juegan con mi pasado, mi presente e incluso con mi futuro.
-¿Quiénes son ellos? -pregunto.
Y alguien sin nombre ni apellidos me responde:
-Ellos son los de siempre.
-Entonces yo, que sigo siendo el mismo, ¿qué pinto en todo esto? –vuelvo a preguntar.
-Tú paga y calla, -dijo aquella voz.
Me paré a pensar. Llevo toda mi vida pagando por tener y por no tener. Pagando porque mis padres me dejaron lo que antes había sido suyo; pagando por dejárselo después a mis propias hijas, por heredar lo que ya está pagado, por ser, en definitiva, el eterno contribuyente; y todo esto se resume en un “paga y calla”.
Después de esta reflexión me di cuenta de que mi rebeldía hacia lo políticamente correcto no consistía en hacer autocrítica, sino más bien en dejarse arrastrar por las corrientes de quienes dicen saber. Es decir, por el Consejo de Sabios que se reúnen de vez en cuando y toman decisiones. Pero aún así yo me quedo con dudas y vuelvo a preguntar:
-Y una vez que ellos, a costa del contribuyente , han comido, bebido y se han hecho la foto ¿qué pasa con lo mío?
-¿Y qué es lo suyo? –me responden
-Pues ni más ni menos que mi propio futuro.
-Usted lo que tiene que hacer es vivir el presente. No se preocupe del mañana.
Y yo, que cada día que pasa estoy más próximo al futuro, vuelvo a insistir:
-Oiga, que mi presente ya no existe, ¿no ve que soy un jubilado y además pensionista?
-¡Ah, bueno! Entonces espere junto a todos los demás, allí en aquél corralito.
Fue entonces cuando me negué a ser un aborregado más y me declaré en huelga de todo.
Fin.
(vilovich)
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Impresionante. Por último os dejo el mencionado link. http://www.euribor.com.es/